Y Katie y Sam, ¿qué eran? Pues almas gemelas. O almas prácticamente gemelas. Y eso -quería explicárselo a ella de alguna manera-, eso era, tal vez, lo único que uno podía conseguir en esta vida.
Tenía que salir de Jenin inmediatamente. Y tras tomar esta decisión, se fue al café con Internet y le escribió a Katie que volvería pronto y que quería vivir con ella. Llevaban demasiado tiempo en esta especie de situación detenida y dañina. Ahora o nunca, le dijo. Decídete.
Esa noche, en la terraza, se dedicó a pensar alegremente en ella por primera vez en meses.
Préstame el libro, el fragmento suena interesante XD voy a seguir husmeando hehehe